Joyce Williams
Desde 2008, la prestación de cuidados ha sido más que una profesión para mí: ha sido una vocación. Mi viaje comenzó cuando cuidé a mi padre durante su enfermedad y, a través de esa experiencia, descubrí la alegría y la satisfacción que se obtienen al ayudar a los demás en momentos de necesidad.
Como madre de cinco hijos y abuela orgullosa, creo profundamente en la importancia de la familia. Esa creencia da forma a la forma en que cuido a cada cliente: los trato con el mismo amor, respeto y compasión que le di a mi padre, como si fueran parte de mi propia familia.
Al haberme enfrentado al cáncer, aporto una perspectiva única a mi trabajo. Comprendo el miedo, la incertidumbre y los desafíos que conlleva un diagnóstico serio, y me siento honrado de acompañar a mis clientes con empatía, aliento y fortaleza.
En APEX Health Services, tengo el privilegio de brindar atención profesional y compasiva a las personas que me inspiran todos los días. Si bien me esfuerzo por brindar consuelo, apoyo y una sonrisa a mis clientes, a menudo son su coraje y amabilidad los que me alegran los días.
La prestación de cuidados requiere dedicación, paciencia y una comunicación sólida, y es un trabajo que me enorgullece realizar. Mi mayor alegría es saber que la atención que brindo marca una diferencia en la vida de alguien.
«Desde 2008, la prestación de cuidados ha sido mi vocación. Cuido a cada cliente como si fuera mi propia familia, aportando compasión, comprensión y alegría a cada día. Al haber pasado por una enfermedad, conozco el poder del amor, el apoyo y una mano reconfortante».
